PALEOLOXODON FALCONERI.
Voy a hablaros someramente de una de las varias especies de elefantes (y mamutes) enanos que proliferaron en las grandes islas del mar Mediterráneo: el elefante enano de Sicilia y Malta, paleoloxodon falconeri.
Ya hablé en un artículo en este blog del proceso de enanismo que sufre la megafauna en las islas y por contra de gigantismo en la microfauna. Vamos a recordarlo por encima... Cuando un gran animal arriba a una isla y sobrevive sufre un proceso de enanismo por dos causas principales. La primera y más importante es que hay mucho menos alimento disponible en una isla que en el continente por razones geográficas (de espacio) obvias. Si se reduce el tamaño el organismo en cuestión necesita la ingesta de menos alimento. La segunda causa es que a las islas suelen arribar menos especies y hay menos probabilidades de que lo hagan carnívoros por lo que muchas islas no poseen siquiera depredadores. Esto hace que el tamaño grande sea innecesario como defensa.
¿Pero cómo pudieron llegar los grandes paquidermos a las islas? En el caso de Sicilia y Malta (unidas en ciertos períodos) o de las Cícladas pudieron llegar nadando puesto que los elefantes son unos excelentes nadadores y usan la trompa como snorkel para respirar... pero ¿cómo diablos llegaron a Córcega, Cerdeña y sobre todo a Creta y Chipre? La respuesta está en Crisis Salina Mesinense, un período en el que el nivel del océano bajó tanto debido a las glaciaciones que el agua marina no podía atravesar el estrecho de Gibraltar provocando la desecación del Mediterráneo casi completamente y quedando las grandes islas como grandes regiones montañosas a las que se podía acceder caminando.
Y nuestro amigo, paleoloxodon falconeri, surgió como especie del proceso de enanismo de otra especie al volver las aguas marinas al Mediterráneo y quedar Sicilia otra vez como una isla ¿Y de quién desciende? Pues primero se pensó en el elefante asiático y por eso en 1867 cuando se describió la especie fue nombrada como elephas falconeri, sin embargo los últimos estudios apuntan cada vez con más insistencia hacia un gigante que habitaba en Europa: paleoloxodon atiquus, el elefante antiguo.
¿Y son muy diferentes? Bien, antiquus medía cuatro metros de alzada y pesaba unos 7.000 kilogramos... paleoloxodon falconeri medía 90 centímetros de alzada y pesaban los machos 300 kilogramos y las hembras sobre 160... es decir eran más o menos como una cría de elefante asiático de grandes y sus crías más o menos como un gato doméstico al nacer... la diferencia no es chica...
Existió hasta la llegada del hombre por lo que podemos deducir que el ser humano provocó su exinción o mediante la caza o mediante la antropomorfización del paisaje; posiblemente por ambas causas. Este, por desgracia es un hecho común a casi toda la megafauna de las grandes islas del Mediterráneo con la honrosa excepción del conejo gigante de la isla de Menorca (nuralagus rex) del que también hemos hablado.
Un último dato curioso. Ya desde el siglo XIV cuando se descubrieron cráneos de este elefante enano, y al ser descubiertos en la antigua Magna Grecia, se especuló con que éstos por su forma hubieren dado lugar al mito de los cíclopes debido al agujero en el centro del cráneo similar a la cuenca de un ojo y que sin embargo es donde iba la trompa del animal.
Miguel Milla Valdivia.
Voy a hablaros someramente de una de las varias especies de elefantes (y mamutes) enanos que proliferaron en las grandes islas del mar Mediterráneo: el elefante enano de Sicilia y Malta, paleoloxodon falconeri.
Ya hablé en un artículo en este blog del proceso de enanismo que sufre la megafauna en las islas y por contra de gigantismo en la microfauna. Vamos a recordarlo por encima... Cuando un gran animal arriba a una isla y sobrevive sufre un proceso de enanismo por dos causas principales. La primera y más importante es que hay mucho menos alimento disponible en una isla que en el continente por razones geográficas (de espacio) obvias. Si se reduce el tamaño el organismo en cuestión necesita la ingesta de menos alimento. La segunda causa es que a las islas suelen arribar menos especies y hay menos probabilidades de que lo hagan carnívoros por lo que muchas islas no poseen siquiera depredadores. Esto hace que el tamaño grande sea innecesario como defensa.
¿Pero cómo pudieron llegar los grandes paquidermos a las islas? En el caso de Sicilia y Malta (unidas en ciertos períodos) o de las Cícladas pudieron llegar nadando puesto que los elefantes son unos excelentes nadadores y usan la trompa como snorkel para respirar... pero ¿cómo diablos llegaron a Córcega, Cerdeña y sobre todo a Creta y Chipre? La respuesta está en Crisis Salina Mesinense, un período en el que el nivel del océano bajó tanto debido a las glaciaciones que el agua marina no podía atravesar el estrecho de Gibraltar provocando la desecación del Mediterráneo casi completamente y quedando las grandes islas como grandes regiones montañosas a las que se podía acceder caminando.
Y nuestro amigo, paleoloxodon falconeri, surgió como especie del proceso de enanismo de otra especie al volver las aguas marinas al Mediterráneo y quedar Sicilia otra vez como una isla ¿Y de quién desciende? Pues primero se pensó en el elefante asiático y por eso en 1867 cuando se describió la especie fue nombrada como elephas falconeri, sin embargo los últimos estudios apuntan cada vez con más insistencia hacia un gigante que habitaba en Europa: paleoloxodon atiquus, el elefante antiguo.
¿Y son muy diferentes? Bien, antiquus medía cuatro metros de alzada y pesaba unos 7.000 kilogramos... paleoloxodon falconeri medía 90 centímetros de alzada y pesaban los machos 300 kilogramos y las hembras sobre 160... es decir eran más o menos como una cría de elefante asiático de grandes y sus crías más o menos como un gato doméstico al nacer... la diferencia no es chica...
Existió hasta la llegada del hombre por lo que podemos deducir que el ser humano provocó su exinción o mediante la caza o mediante la antropomorfización del paisaje; posiblemente por ambas causas. Este, por desgracia es un hecho común a casi toda la megafauna de las grandes islas del Mediterráneo con la honrosa excepción del conejo gigante de la isla de Menorca (nuralagus rex) del que también hemos hablado.
Un último dato curioso. Ya desde el siglo XIV cuando se descubrieron cráneos de este elefante enano, y al ser descubiertos en la antigua Magna Grecia, se especuló con que éstos por su forma hubieren dado lugar al mito de los cíclopes debido al agujero en el centro del cráneo similar a la cuenca de un ojo y que sin embargo es donde iba la trompa del animal.
Miguel Milla Valdivia.
Comentarios
Publicar un comentario